30/06/15

Campaña Bloggeros Pequeños.

Os presento la "Campaña Bloggeros Pequeños Unidos" que he encontrado en un blog amigo y que me ha llevado a asomar la cabeza por El Rincón de Larelop. Iniciativa centrada en blogs casi literarios, nos invitan a unirnos a ellos para hacer del mundo del pequeño blog una gran comunidad que adquiera fuerza en el mundo de las editoriales para que sepan que, aunque pequeños, tenemos mucho que escribir.


Yo, aunque pequeña y muy nueva en esto, me apunto. Mira que si al final me da por escribir mi libro y nadie me lo publica... Habrá que convencerles.

Bss.


24/06/15

Me voy de vacaciones, por fin.

Pues sí, me voy de vacaciones. A mi pueblo, a mi Águilas y su brisa marina, a mirar embelesada la línea del horizonte mientras me tuesto al sol en mi playa favorita. Voy a rodearme de los que hace meses que no veo, de mi familia y mis amigos, de mi gente del sur, de la luz de ese rincón de España que nunca se apaga.

Me voy de vacaciones. A mi pueblo, a mi Águilas.

No sé si escribiré o, si por el contrario, me dejaré llevar por la inactividad... No prometo nada... Quizá empiece un nuevo relato, quizá me dé por elegir la trama de esa novela, tantas veces iniciada en mi mente y ninguna sobre el papel,... O quizá, simplemente, me dedique a contemplar, hora tras hora, mi Mediterráneo. No sé, voy sin plan, que tampoco está mal, para variar.




Pues sí, me voy de vacaciones. A mi pueblo, a mi Águilas, a la deslumbrante luminosidad de sus aguas, de su cielo; voy a cambiar el ruido de la ciudad por el susurrante placer de las olas al romper en la orilla, el traje de chaqueta por el pareo, el paraguas por la sombrilla... Me voy de vacaciones...

Bss. 


(Fotografía: Miguel Ángel Lillo (https://www.facebook.com/miguelangellillofotografia), aguileño enamorado de su tierra; como véis, una foto de la Isla del Fraile maravillosa. Espero que no me riña por este préstamo sin permiso, pero me encanta esta postal. Será que me imagino montada en ese velero...).





Tiempo de ahoras.

Pasan los días, cada vez más deprisa.

No nos damos cuenta, o no queremos darnos cuenta (en algunos casos será más bien esto último), de que, por cada minuto que perdemos lamentándonos del paso irremediable del tiempo, dejamos pasar una nueva oportunidad de realizarnos del modo que sea, dejamos que las escasas posibilidades de tener un minuto real de felicidad escapen.


Pensamos, equivocadamente, que el mañana será siempre mejor que el hoy, que el ahora, y no nos damos cuenta de que no hay nada mejor que un buen ahora. Porque, ¿estaremos aquí mañana? ¿Seguiremos estando de una pieza cuando llegue ese futuro mejor para disfrutar de los ahoras que hemos dejado pasar?


Mucho escuchamos hablar, y mucho leemos en los muros de las redes sociales a diario, sobre que debemos vivir este momento, este ahora, este hoy. Pues sí. Es difícil, lo sé, lo vivo a diario, pero es la realidad. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y aún también en ese momento, no paramos de darle vueltas a la cabeza sobre qué hacer y cómo hacer para mejorar mañana y conseguir así un futuro mejor... Y digo yo, ¿y el ahora mejor para cuándo lo dejamos? Nuestra vida está llena de presentes irrepetibles, lo malo es que no queremos vivirlos. Una pena.


Esta noche, cuando os acostéis en la cama del ahora, intentad imaginar un mañana en el que sólo se viva el ahora, y veréis cómo el futuro, construido sobre la sólida base de un hoy mejor, estará más lleno de esa felicidad que un día escapó y que, ahora, podemos hacer que vuelva.


Bss

22/06/15

El libro de los lunes.8: Eduardo Mendoza.



Pensaba esta mañana en qué libro de este mago de las palabras me iba a atrever a recomendaros hoy. "Todos", me he dicho. Y, aunque os parezca muy exagerado, ni hay ningún libro de Eduardo Mendoza, sea nuevo o antiguo, que no merezca la pena leer.

El primero que cayó en mis manos fue "La verdad sobre el caso Sabolta", su primera obra, publicada en 1975, y que leí en el colegio allá por el año 1989. Ufff, hace un montón de eso... Y sigo siendo una gran fan.

Pero, conozcámosle un poco mejor. 


Eduardo Mendoza nació en 1943 en Barcelona; hijo de un fiscal y de una ama de casa, estudió, durante sus años jóvenes, en un colegio de monjas, escogiendo la carrera de Derecho en su etapa universitaria, de la que obtuvo la licenciatura en 1965. Durante los años siguientes se dedicó a viajar por Europa e, incluso, trabajó en Londres y en España, hasta 1973, año en que se trasladó a Nueva York a trabajar en la ONU como traductor. Y fue allí, precisamente, donde publicó la ya mencionada novela ambientada, precisamente, en su ciudad natal.
"El misterio de la cripta embrujada", una parodia con momentos hilarantes, que mezcla rasgos de la novela negra con la gótica, fue publicada en 1979 y marca el comienzo de una "tetralogía" protagonizada por un personaje peculiar, una especie de detective encerrado en un manicomio, de nombre desconocido. "El laberinto de las aceitunas", 1982, la segunda novela protagonizada por el detective sin nombre, lo consolida como uno de los autores con más éxito de ventas. La saga protagonizada por este personaje continuó en 2001 con un tercer volumen, "La aventura del tocador de señoras" y "El enredo de la bolsa y la vida", cuarto volumen publicado en 2012, y que os recomiendo encarecidamente, aunque no os hayáis leído los anteriores. 

En 1986 publica "La ciudad de los prodigios", novela en la que muestra la evolución social y urbana de Barcelona entre las dos exposiciones universales de 1888 y 1929, obra considerada por la crítica literaria como su obra cumbre y elegida por la revista francesa Lire como el mejor libro de 1988. En 1999 fue adaptada al cine por Mario Camus.

Su siguiente obra, "La isla inaudita", fue publicada en 1989, donde nos encontramos con la ciudad de Venecia como principal escenario.

Un año después comienza a publicar en el diario El País una historia por entregas de un extraterrestre que aterriza en la Barcelona previa a los Juegos Olímpicos de 1992. La historia fue publicada al año siguiente por Seix Barral bajo el título de "Sin noticias de Gurb". También en 1991 hace su primera incursión en el teatro con la inauguración de la obra en catalán "Restauraciò" en el Teatro Romea de Barcelona. Su adaptación al español se representó un año después en Madrid. Le siguen a esta publicación "El año del diluvio", ambientada en un pueblo catalán regido por un cacique franquista y protagonizada por la monja Constanza Briones, "Una comedia ligera", ambientada en la Barcelona de la posguerra española, "España: El último trayecto de Horacio Dos", una fábula sarcástica a modo de diario personal que recoge un viaje en el espacio, y "Baroja, la contradicción", ensayo biográfico en torno a la figura del escritor Pío Baroja.

Me dejo para el final dos recomendaciones personales. La primera y más divertida, es la maravillosa parodia llamada "El asombroso viaje de Pomponio Flato", donde narra las aventuras, y desventuras, del susodicho Pomponio Flato, filósofo romano contratado en Nazaret por el Niño Jesús para salvar a su padre José de la pena de muerte. Con ella, tenéis asegurado este verano un rato muy agradable y divertido disfrutando de un Eduardo Mendoza en todo su esplendor.

La última recomendación es una historia que nos sumerge en el año 1936, en el Madrid de la preguerra, con "Riña de Gatos, Madrid 1936", novela ganadora del Premio Planeta en 2010, que Mendoza presentó bajo el pseudónimo de Ricardo Medina. La llegada a España, en la primavera de 1936, de un joven inglés, especialista en pintura española, reclamado para tasar un posible cuadro desconocido de Velázquez, inicia el retrato de una difícil y oscura época de nuestra historia reciente.

Como os he dicho al principio, cualquiera de todos ellos, no os dejará indiferentes.

Ya me contaréis, bss.


21/06/15

Mis blogs favoritos.

https://m.facebook.com/elblogdeisaperez

Empeñada desde hace unos meses en convertirme en una humilde escritora de pequeñas historias cotidianas, de sucesos, comentarista de noticias que nos preocupan e, incluso, de pequeños relatos fruto de mi imaginación, inicié mi andadura en el mundo de los blogs, personales y particulares, donde cada escritor/blogger plasma, casi a diario, los más variados temas. Algo, os lo puedo asegurar, muy difícil.

La idea me la dio, aunque él no lo sabe, mi amigo Lucio y su blog "Piensa diferente, actúa diferente" (https://luciofernandezlopez.blogspot.com). "Si él puede, yo también", pensé.

Y empecé con una bienvenida, no a los posibles lectores, que por aquel entonces eran 0, sino una bienvenida a mi nueva faceta, una bienvenida a haberme atrevido a dar un paso que nunca pensé que daría.

Y aquí estoy, 69 publicaciones después y más de 7.400 visitas. Encantada de la vida.

Hoy, tras casi cuatro meses en este mundo que me ha adoptado y en el que cada día me encuentro más a gusto, he pensado que podría contaros cómo he ido descubriendo buenos e interesantes blogs de los más variados temas. También he descubierto la solidaridad entre blogueros; claro, todos pasamos por las mismas dudas y los mismos calentamientos de cabeza a la hora de ponernos a escribir, porque es inevitable pensar si a alguien le va a interesar o si, por el contrario, el post que tanto te ha costado escribir y dejar perfecto, pasará desapercibido.

En esas estaba hace unas semanas, cuando descubrí un blog precioso que ya he mencionado alguna vez, "Carmen en su tinta", blog literario, escrito por Carmen, una granadina enamorada de las letras y de la literatura, que nos ayuda a encontrar desde la novela perfecta para la semana, hasta el modo ideal de escribir un libro. Os dejo su dirección: http://carmenensutinta.blogspot.com.es.

Después encontré a Belén Beltrán y su "Murcia descalza" (http://murciadescalza.blogspot.com.es), blog que descubrí un día de nostalgia de mi tierra y que, sinceramente, me ha enganchado. Además de escribir muy bien, Belén nos enseña interesantes rutas e historias que forman parte de la hermosa ciudad que es Murcia y sus alrededores. Yo, enamorada de esta preciosa ciudad como buena aguileña y murciana que soy, alucino cada vez que leo un post y me doy cuenta de lo poco que sé sobre ella.

Isabel Lore y su "Melodías entre líneas" (http://melodiasentrelineas.blogspot.com.es/) llegó poco después, cuando me fui adentrando en este mundo. Muy interesante este blog en el que Isabel y Lore nos dan a conocer, periódicamente, sus impresiones y consejos sobre el mundo de las letras, la música, el cine,... Original y muy completo, me gusta mucho.

Uno casi recién descubierto y que también me encanta leer es el de Sandra M y "Mis romances encontrados" (http://misromancesencontrados.blogspot.com.es/), precioso nombre para un blog literario que nos habla del inmenso mundo de la literatura, nos acerca a los escritores y, como ella misma dice en su reseña personal, nos cuenta lo que los libros le hacen sentir. Genial, ¿verdad?

Mi último y reciente descubrimiento ha sido el blog de María García, un blog de manualidades, para variar. Precioso, creativo, no sé cómo contaros lo que allí nos enseña su creadora. Lo vi ayer por vez primera y es muy recomendable. Ella describe su espacio personal como "manualidades para regalar". Solo asomar la cabeza por el agujerito que nos deja abierto, ya se ve que tiene mucho que decir. Lo que me ha encantado, la figura que le hizo a la nueva alcaldesa de Águilas, preciosa creación. Su dirección, http://gabysamanualidadespararegalar.blogspot.com.es. No os lo perdáis, hay verdaderos tesoros en él.

Hay más, muchos más, como http://historiasdelaviejaloba.blogspot.com.es (especializado en la serie de ficción "Bones", de la que su autora, Marien López, es adicta); http://beatrizplasmasuspensamientos.blogspot.com.es, escrito por Beatriz Martín con mucha ternura, y muchos más que me dejo en el tintero (espero que me disculpéis) y que merece mucho la pena visitar.

Algo que me llamó también muchísimo la atención fue el descubrimiento de las comunidades de blogueros, ¡nunca lo hubiera imaginado! Gran cantidad de ellas encontré un día que me senté delante del ordenador pensando cómo podría hacer llegar mi blog a más gente. Hoy, formo parte de grupos en los que puedo publicar mis escritos, leer los de muchos chicos, chicas, hombres y mujeres que, como yo, escriben por placer sobre gran variedad de temas:"Amor por la escritura", "Murcia", "Gente de Águilas, Murcia", "Blogger@s" o "Comparte tu blog en Google+",... En todos ellos hay mucho que leer y mucho que descubrir.

Un mundo desconocido para mí hace unos meses que hoy os doy a conocer y que se ha convertido para mí en una comunidad interactiva en la que intercambiar, no solo escritos, sino también un modo de ver la vida y sus oportunidades.

Espero que les deis a mis blogs favoritos la oportunidad de haceros pensar, soñar, crear, viajar,... Nunca es tarde para empezar a hacerlo.

Bss. 

17/06/15

Diario de una adolescente.

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Domingo, 16 de febrero de 2015.

Mañana otra vez al instituto... vaya rollo. Si pudiera me escaparía y me iría muy lejos, total, tampoco me iban a echar de menos... Lo único que merece la pena es ver a Marcos, y no creo que nunca se fije en mí, con estas gafas que no sé cuándo me podré quitar... seguro que nunca, así me va a ir toda la vida. Seré la empollona vaya donde vaya... Eso en el mejor de los casos.
Claro que mientras solo sea insultarme... Ayer vi en la tele que una niña se ha suicidado porque ya no aguantaba más... Igual ahora los profes están más atentos y empiezan a cambiar las cosas.
Ya estoy muy cansada de aguantarlas. Si tuviera alguna amiga seguro que me ayudaba; yendo acompañada no se meterían tanto conmigo... digo yo...
El viernes nos dijo la profe de mates que igual mañana nos da la nota del último examen. ¡Por favor, por favor, por favor, que no haya sacado buena nota!, ¡ojalá suspenda!!! Al menos no se reirían de mí también por eso.
Este fin de semana ha sido genial. Me gustó mucho ir al teatro con mis padres. Espero que no me viera nadie del insti...

Lunes, 17 de febrero de 2015.

¿Habré hecho algo malo para tener que pasar por esto? Y encima he sacado un 9 en mates... Creo que voy a dejar de estudiar, si me comporto como ellas dejarán de meterse conmigo... Aunque no sé yo, esas chicas están un poco locas.
La semana pasada pillé a Tamara fumando en el baño y hablando fatal de Maite, decía que iba a cogerla un día de estos y le iba a pegar una paliza... Se me ponen los pelos de punta... Claro que la que se la cargó fui yo, menudo puñetazo me dio en el brazo cuando me vio allí parada. Joder, y eso que no abrí la boca.
Hoy, en el recreo, me han vuelto a obligar a darles el almuerzo. Y ya van dos semanas que no desayuno...

Miércoles, 26 de febrero de 2015.

¡No puedo más!

Viernes, 28 de febrero de 2015.

Acabo de llegar del hospital con mis padres, me han recogido allí los dos. ¿Ves como no se tenían que haber enterado de nada? Ahora quieren cambiarme de instituto, como si eso fuese a cambiar las cosas...
En el hospital he estado charlando con una psicóloga. Ahora todos quieren hablar conmigo, hasta el director del insti ha venido a verme. La cara que ha puesto cuando me ha visto...
La psicóloga se llama Emma, es muy simpática. Me ha preguntado cuánto tiempo hacía que ellas se metían conmigo; quería que le contara lo que ha pasado, pero yo le he dicho que no podía, si se enteran de que lo he contado seguro que será aún peor. Aunque dice mi madre que las van a expulsar para siempre, no una semana como la última vez... Yo no quiero cambiarme de instituto, no conocería a nadie y seguro que sería de nuevo igual de malo que en este.
La escayola me molesta un poco, un brazo roto... al menos estaré sin ir por allí unos días. ¡Qué bien! Unos días de tranquilidad, aunque tengo que estudiar mucho, por que los finales están ya encima.

Martes, 15 de abril de 2015.

Hoy hace una semana que estoy aquí. No me gusta el hospital, nada de nada.
Emma, la psicóloga simpática, viene  a verme todos los días. Me gusta hablar con ella, me escucha y me ayuda a relajarme. Al final le he contado todo. Como no las han expulsado por lo del brazo, en una semana estaban de vuelta en clase; llegaron muy enfadadas las tres, aunque la que más cabreada estaba era Tamara... Y eso que no había contado nada. Emma dice que tenía que haber hablado la primera vez que me robaron el desayuno, así se hubiera terminado todo desde el primer día, pero no me atreví.., son tan altas y tan guapas, ¡si son las más populares del insti! Todo el mundo quiere ser amigo de ellas, aunque no creo que nadie en realidad quiera serlo de verdad. Lo único que hacen es dar órdenes a todo el mundo y reírse y meterse con los que no les siguen el rollo; bueno, con los que se lo siguen también se meten...
Yo ya no puedo aguantar más, menos aún después de la paliza que me dieron... Cuando entraron en el baño y cerraron la puerta supe que algo malo iba a pasar. Tamara me agarró del pelo y me lanzó de cabeza contra la pared, me di un golpe tan fuerte en la cabeza que parecía que me iba a reventar; luego me dio un puñetazo en la cara que hizo que me cayera al suelo; y eso fue lo peor. Mientras intentaba protegerme la cabeza y la cara por lo que pudiera venir, vi como Carolina empezaba a grabar con su móvil, me grababa a mí tirada en el suelo retorciéndome de dolor y Ana miraba muerta de risa. Tamara debía estar detrás de mí, porque no la veía desde donde estaba tirada. De pronto sentí un intenso dolor en la espalda, me había dado una patada en los riñones, primero una, luego otra y otra... Después dio la vuelta y empezó a patearme la cabeza y a darme puñetazos mientras me gritaba:"¡Puta, eres una zorra engreída! ¿ Quién te crees que eres para ir contando por ahí cosas nuestras?! ¡Voy a matarte a patadas, zorra!". Yo intentaba decirles que estaban equivocadas, que yo no había contado nada, pero no podía hablar, me faltaba el aire. Sentía un dolor tan intenso en la cabeza, en el pecho, en la espalda,... que pensaba que me iba a morir allí mismo, ojalá me hubiera muerto allí mismo.  Ana y Carolina no paraban de reírse y de animar a la otra... Emma dice que son unas cobardes. Yo ahora también lo creo.
No me acuerdo qué pasó después, mi madre dice que perdí el conocimiento y que me encontraron tirada en suelo del baño ensangrentada. Me desperté al día siguiente, limpita y con mis padres a cada lado de mi cama del hospital. Me han dicho que ya no voy a volver a ir a ese instituto; aunque han expulsado a las tres definitivamente, no quiero volver allí.
He tenido mucha suerte, dicen los médicos que podría haber muerto. Pero yo decidí que no, que iba a vivir. Tengo 14 años, y voy a vivir. No dejaré que me vuelva a suceder esto nunca más. Soy fuerte, voy a ponerme buena y a empezar de nuevo en otro insti con otros compañeros.
Y me va a ir bien.

***

Este post es fruto de la indignación que sentí hace unos días cuando, echando un vistazo en mi facebook, me topé de morros con un vídeo en el que tres adolescentes se grababan mientras le daban una monumental paliza a una niña a la que tenían tirada en el suelo, hecha un ovillo, intentando protegerse de los golpes que, una de ellas, le daba sin parar mientras la insultaba. En el vídeo se ve a tres chicas: la que pega, la que mira y la que graba, no sé cuál de ellas es la más valiente.

Lo que sí sé seguro es, que la criatura que estaba tirada en el suelo recibiendo golpes sin parar, es una víctima más de la violencia que rodea a diario la vida de nuestros hijos. No sé dónde radica el problema, si es en casa, en el seno de las familias, si es en la calle, con los amigos o por los amigos, no sé... Cada día es más frecuente oír este tipo de sucesos y no es justo. Los niños y adolescentes, como siempre digo, deben vivir la vida, no morir por no querer vivirla.

Por las víctimas de cualquier tipo de violencia. DEP.

Bss.

15/06/15

El libro de los lunes 7: "Diario de invierno" (Paul Auster).

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Hoy os presento a otro de mis autores favoritos, esta vez americano: Paul Auster.

Nacido en Newark (Nueva Jersey) en el seno de una familia judía de clase media, su contacto con los libros empezó siendo aún muy joven, de hecho comenzó a escribir a los 12 años, antes incluso de descubrir el béisbol, que suele aparecer como temática en sus novelas. 

Estudió literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia (Nueva York). Como parte de su trabajo, viajó a París, ciudad a la que regresó en 1967 para evitar ir a la Guerra de Vietnam. Durante esos año escribió algunos guiones para películas mudas que nunca se rodaron, pero que fueron plasmados posteriormente en El libro de las ilusiones y tradujo poesía francesa, atreviéndose incluso a escribir sus propios versos.


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Paul Auster es, por excelencia, el escritor del azar. No cree en la causalidad, persigue en lo cotidiano las bifurcaciones surgidas por errores o acontecimientos aparentemente anodinos. Esto sucede en La trilogía de Nueva York, en La música del azar, y sobre todo en Leviatán, en su excepcional escena central. 

Su estilo es aparentemente sencillo gracias a su trabajo y conocimiento de la poesía, pero esconde en toda su obra una compleja arquitectura narrativa. También describe en sus obras, desde su propia experiencia, la pérdida, la desposesión, el apego al dinero, el vagabundeo, la enfermedad, el mimo en la descripción de los objetos de papelería,...

Posiblemente, su Diario de invierno, novela autobiográfica que os recomiendo hoy, no sea su obra más memorable o más recomendable (como pueda serlo su Lebiatán, Viajes por el Scriptorium o Brooklyn Follies, mi favorita de entre todas ellas), pero es, ciertamente, un extraordinario paseo por la vida de este carismático escritor, hasta el punto de preguntarnos si algunos de los episodios narrados serán o no ciertos. En Diario de invierno, Auster vuelve la mirada sobre sí mismo y parte de la llegada de las primeras señales de la vejez para rememorar episodios de su vida. Y así, se suceden las historias: un accidente infantil mientras jugaba al béisbol, el descubrimiento del sexo, las masturbaciones adolescentes y la primera experiencia sexual con una prostituta, la rememoración de sus padres, un accidente de coche en el que su mujer resulta herida, una presentación en Arles acompañado por su admirado Jean-Louis Trintignant, la estancia en París, una larga lista comentada de las 21 habitaciones en las que ha vivido a lo largo de su vida hasta llegar a su actual residencia en Park Slope, sus ataques de pánico, los viajes, los paseos, la presencia de la nieve, el paso y la herida del tiempo... En definitiva, un magistral autorretrato. 

Ya me contaréis qué os parece.

Bss.








14/06/15

Un banco de un parque cualquiera.



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Camino por la calle en un día lluvioso. A pesar de que ha dejado de llover, llevo mi paraguas aún en la mano, uno pequeñito que suelo llevar en mi bolso para días como éste. Mientras camino, sumida en las preocupaciones cotidianas que, imagino, tenemos todos, observo, a lo lejos, sentados en un banco de un parque cualquiera, a una pareja. Ella, cabello blanco, rostro enjuto surcado por las marcas que deja toda una vida. Él, bastón en mano, apoya suavemente su mano derecha sobre el hombro de ella mientras le susurra algo al oído. Ella sonríe y se deja cortejar. Él, en un alarde de la confianza ganada a fuerza de vivir, le desliza suavemente un beso en la mejilla, seguro de que será bien recibido. Ella, sonrojada, le dedica su mirada más coqueta, y le deja hacer.

Desde lejos, donde me he parado a contemplar tan tierna escena, parecen decirse con la mirada que, a pesar de estar entrando ya en el invierno de sus vidas, sus corazones aún viven, aún sienten la ilusión del amor de juventud. Siguen sintiendo cómo su piel se eriza al notar la mirada del otro; las mariposas aún siguen bailoteando en su interior al rozarse sus manos. Aún esperan, impacientes, que el otro se decida a regalar un beso.

Pasados unos minutos, él se apoya con firmeza en su bastón y se levanta trabajosamente del banco de aquel parque cualquiera. Con delicadeza, le tiende la mano para ayudarle a ponerse en pie. Ella la agarra con fuerza, levanta su mirada hacia los ojos de él y le sonríe con ternura. "Gracias, cielo", parece decirle. Él le devuelve la sonrisa mientras ella se alisa la falda, arrugada después de ese ratito de descanso. Él le tiende su brazo, y ella enlaza el suyo en un gesto ensayado una y mil veces. Juntos, despacio, atentos sólo el uno del otro, como si no hubiera en el mundo nada ni nadie más que ellos, se alejan mientras yo me pregunto si, algún día, me sentaré en un banco de un parque cualquiera junto al amor de mi vida y, si ambos, nos miraremos con ternura las arrugas que la vida nos haya ido dejando; si nos regalaremos algún que otro beso y nos sonrojaremos dejando que nuestras mariposas vuelen libres al rozarse nuestros cuerpos envejecidos en el ocaso de nuestros días.

Bss.


12/06/15

Águilas, mi Águilas.

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Mañana empieza una nueva etapa en la historia de Águilas, mi Águilas.
Como toda ciudad cargada de historia, este rincón del Mediterráneo donde nací, me crié y me hice mayor, vivirá mañana uno de los días más importantes en la vida de una muy querida amiga, nuestra nueva alcaldesa. Lástima no poder estar allí para arroparla y vitorearla cuando jure su cargo.
Afortunadamente, sé que va a tener con ella a mucha, mucha gente, apoyándola y agradeciéndole haber dado, una vez más, una muestra de generosidad al aceptar encabezar un cambio para nuestro pequeño paraíso convirtiéndose en la primera mujer que preside la alcaldía aguileña.
Una vez más, Águilas, mi Águilas, hace historia.
Mañana no se trata de aúpar a nuestra Mamen tratando de encontrar aceptación en aquellos que no votaron por este cambio. Mañana, según yo lo veo, se trata de comenzar a trabajar por llevar a cabo ese Gran Contrato por Águilas en el que su autora cree con los ojos cerrados y en el que yo, personalmente, tengo una fe ciega. Mañana se trata de empezar a rubricar, con letras de oro, el antes y el después de un hito histórico que, a buen seguro, nuestra nueva y primera alcaldesa, dejará grabado a fuego en los anales de la historia.
Como ella ya sabe, yo siempre estuve muy orgullosa de ella, por ser, simplemente, nuestra Mamen. Pero hoy, mañana, si estuviera con ella, allí, en ese maravilloso Auditorio de la Villa más bella del Mediterráneo, os puedo asegurar que mis ojos llorarían al no poder contener la alegría y el orgullo creciente que siento de ser su amiga y ciudadana de Águilas. Si mañana estuviera allí sería, aún, más feliz.
Adelante Gordi, mucha suerte.
Bss.

10/06/15

Si no hay cole, ¿no como?

Todos los años por estas fechas empezamos a leer y a escuchar en televisión aquello de que miles de niños en edad escolar pasarán las vacaciones escolares sin posibilidad de tener una beca comedor que le alimente durante los meses de verano. Triste no, lo siguiente.

Este año, la asociación Educo ha puesto en marcha un programa para repartir 120.000 comidas completas para niños a través de 70 entidades y recuerda que "para muchos niños, el almuerzo en el comedor escolar es la única comida completa al día que pueden hacer, especialmente en un momento en que un tercio de la infancia de España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión y son más de 314.600 los menores que no tienen garantizado el consumo de carne o pescado cada dos días".

Y alucinad, las cifras recogidas por esta entidad revelan también que Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Canarias y Murcia son las comunidades con las tasas más altas de pobreza infantil, entre el 35 y el 40%, ¡superando la tasa de pobreza de Rumanía que está en un 34%! Estoy sin habla...

A ver, en serio, ¿queréis decirme que en Murcia tenemos una tasa de pobreza infantil que supera la de Rumanía? ¿Y tengo que creerme que no hay nada, absolutamente nada que los contribuyentes podamos hacer para que los niños tengan una comida digna al día durante los meses que no hay colegio? Que lo saquen de los impuestos que pagamos cada mes, me da igual si de los autonómicos o de los otros, me da lo mismo. Pero que lo arreglen, por Dios. Los niños deberían estar deseando ir a la playa, jugar... y no pasarse el día pensando cuándo será la próxima vez que podrán comer. ¡Por Dios!

No me digáis que dejar abiertos algunos de los colegios donde hay comedor y agrupar a los niños en ellos es un gasto que no se puede sostener cuando estamos sosteniendo tanta tontería. Hay cosas y cosas, y ésta en concreto sobrepasa la indecencia y la falta de humanidad. 

No servirá de nada, claro, pero desde aquí hago un llamamiento a nuestras autoridades, las locales y las otras, para que den una solución este problema y den de comer a estos niños que no tienen nada que llevarse a la boca cuando cierran los comedores escolares.

Por favor.

Bss.

08/06/15

EL Libro de los Lunes.6: "Los renglones torcidos de Dios" (Torcuato Luca de Tena).

Hace muchos años, una compañera del colegio me recomendó y me prestó esta novela. Al dármela me dijo: "Es el mejor libro que me he leído, te va a encantar".

Efectivamente, me encantó. No hace mucho volví a leerla y volví a quedarme con la boca abierta. Es impresionante la calidad narrativa que hay en esas páginas, por no hablar del final al que llegamos después de más de 400 páginas de vertiginosa intriga. Pero empecemos por el principio, su autor, Torcuato Luca de Tena.

Activo dramaturgo y diplomático, Torcuato Luca de Tena perteneció a la Real Academia Española entre 1946 y 1974. Entre sus obras destacan Los hijos de la lluvia o La brújula loca, pero sus mayores éxitos los cosechó con sus dos grandes novelas: Edad prohibida (1958), sobre la adolescencia, y Los renglones torcidos de Dios (1979), sobre la locura. Se acercó también a la novela histórica con La otra vida del capitán Contreras (1953) y escribió ensayos como La prensa ante las masas (1952), Los mil y un descubrimientos de América (1968), América y sus enigmas y Franco, sí, pero..., con el que obtuvo el premio Espejo de España. Reportaje novelado es Mrs. Thompson, su mundo y yo (1952); también se acercó al teatro estrenando tres obras: Hay una luz sobre la cama (1969), El triunfador (1971) y Visita inmoral o la hija de los embajadores (1975). Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1955, el Premio Planeta en 1961, el Premio Fastenrath de la Real Academia Española en 1969 por la comedia Hay una luz sobre la cama, así como el Premio Espejo de España en 1993 y el Premio de la Sociedad Cervantina de Novela.
(Fuente: Wikipedia)

Ahora que ya sabemos que tenemos entre manos la novela de un gran dramaturgo español del siglo XX, os voy a presentar Los renglones torcidos de Dios. Con un argumento policíaco sencillo, Luca de Tena nos da a conocer a la protagonista de la obra, Alice Gould, investigadora privada, cuando va a ingresar voluntariamente en un psiquiátrico, situado en las inmediaciones de Zamora, siguiendo la pista de un crimen. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud, aparentemente normal, confundirán a los médicos hasta el punto de no saber si fue ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.



Para la confección de la trama, y tras mucho esfuerzo, Luca de Tena consiguió ser internado de manera voluntaria durante 18 meses en un sanatorio mental en Santiago de Compostela, en el que «convivió, como un loco más, entre los locos», para usar sus propias palabras, lo que nos da una muestra del enorme interés que ponía en la caracterización de sus personajes. La profunda influencia de sus experiencias dentro del hospital psiquiátrico inspiró la dedicatoria del libro:
"Los renglones torcidos de Dios son, en verdad, muy torcidos. Unos hombres y unas mujeres ejemplares, tenaces y hasta heroicos, pretenden enderezarlos. A veces lo consiguen. La profunda admiración que me produjo su labor durante mi estadía voluntaria en un hospital psiquiátrico acreció la gratitud y el respeto que siempre experimenté por la clase médica. De aquí que dedique estas páginas a los médicos, a los enfermeros y enfermeras, a los vigilantes, cuidadores y demás profesionales que emplean sus vidas en el noble y esforzado servicio de los más desventurados errores de la Naturaleza".

¿Qué más podría deciros de esta obra salvo que, por favor, la leáis?

Bss.

06/06/15

¿Y mi libertad de expresión??

Dedicado a mis amigos catalanes, que son buenos amigos, buenos catalanes y buenos españoles.
Mucho hemos hablado, leído, compartido, discutido,... estos días de la tremenda pitada al Himno de España, a nuestra bandera y a nuestro Rey en la final de la Copa del Rey en el Campo Nou la pasada semana. Sin ánimo de entrar en polémica, que es algo que no me gusta, voy a atreverme a dejar aquí escrita mi opinión.
Entiendo que no todos sentimos los colores del mismo modo, ni a todos nos gusta el Rey (a mí sí), ni a todos se nos pone la piel de gallina al oír el Himno de España (a mí también). Vale. Hasta ahí entendido. Y, siempre, respetado.
Sigo. Oigo sin parar en boca de futbolistas, periodistas, tertulianos, amigos,... que para algo está la libertad de expresión, que es derecho de todos expresarse a favor o en contra de algo como los símbolos nacionales, que si hubo pitada al Himno en una competición española oficial llamada, para mas INRI, "Copa del Rey", pues no pasa nada. Como fue en un partido de fútbol de primera división y jugaban dos grandes clubes de nuestro país y no van a sancionar a los grandes, pues tampoco pasa nada.
Vale. Y yo, entonces, me pregunto: Si yo hubiera estado ese día en el Camp Nou, ¿no hubiera tenido derecho a oír el Himno de mi país, que me encanta? Es decir, ¿mi libertad de expresión no vale para nada, solo vale la de los otros? ¿Mi derecho empieza cuando acaba el de los demás o todos los derechos de todos los españoles van juntos? Digo yo que, ese día, habría allí bastantes catalanes que también se sienten españoles como los que más que, quizá, hubieran deseado disfrutar de ese momento previo al partido si les hubieran dejado.
Porque lo malo que está teniendo este tema, además de tener que oír y leer muchas tonterías, es que estamos metiendo a todos en el mismo saco y eso no debería ser así. Hay seguidores del Barsa y del A. Bilbao en muchos sitios de España, y hay, en Cataluña y en el País Vasco, muchos ciudadanos que se sienten españoles, muchos muchos. Y que respetan los símbolos de nuestro país, también muchos.
En el tema de la sanción, bueno, sinceramente creo que sí debería haber una sanción. No todo debe valer y, por desgracia, estoy harta de ver que todo vale sin que haya consecuencias para casi nadie. No me parece justo. Creo que dejar pasar esto como si nada hubiera ocurrido sería un mal ejemplo y una gran falta de respeto hacia los que intentamos, cada día, ser buenos ciudadanos, ser respetuosos; hacia los que cada día intentamos enseñar a nuestros hijos lo que significa la libertad de expresión (sin pisar la libertad del de al lado), la democracia, el respeto a nuestros símbolos y a nuestro país. El país en el que hemos nacido, en el que vivimos.
Como OS he dicho al principio, no persigo ningún debate con este tema tan delicado, ni faltar al respeto a nadie que lea este post y opine de manera diferente a mí. Nada más lejos de mi intención. Y si alguien se siente ofendido al leerlo, espero que me disculpe por atreverme a escribir sobre este episodio que, sin duda, pasará a la Historia de las competiciones deportivas de España.
Bss.

Pablo y Alicia

Un día como cualquier otro. Un día más en una ordinaria vida... Así empieza este cuento.

Como cualquier otro día, se levantó; no sin esfuerzo, porque los años y los kilos ya le pesaban bastante. Se puso sus zapatillas de andar por casa y se dirigió al baño arrastrando pesadamente los pies. Encendió la luz, se miró al espejo y bostezó ruidosamente mientras se preparaba para darse una ducha que le reactivara un poco. Últimamente no dormía muy bien, la verdad, al final iba a tener que ir a visitar al doctor, pero estaba demasiado ocupado para pensar en eso ahora. Debía darse prisa o llegaría tarde a la reunión que la pesada de la nueva jefa había señalado para las 9 en punto, y con el mal genio que se gastaba cualquiera se atrevía a retrasarse... Salió de la ducha exactamente 5 minutos después, tiempo justo y suficiente. Se secó cuidadosamente, se puso su batín (calificado por todos los que conocían su existencia de hortera...), se dirigió a la cocina y consultó el reloj digital que parpadeaba amenazante en el panel del microondas. Mientras se preparaba el café, que siempre tomaba acompañado de zumo de naranja (de bote, no tenía tiempo ni ganas de comprar y exprimir naranjas), pensó lo bonita que había quedado la casa después de la reforma que Alicia y él habían hecho hacía 4 años. Sí, realmente bonita, una pena que ella no la esté disfrutando como él.

Ambos habían  decidido que el apartamento de dos dormitorios que tenían en el centro necesitaba urgentemente un arreglo. Las anticuadas paredes de gotelé pedían a gritos una o varias capas de pintura, de la buena a poder ser. Los muebles del salón se veían rallados y sin brillo, el viejo sofá cantaba como un grillo cada vez que se dejaban caer en él y la cocina... Bueno, la cocina era punto y a parte en este maremágnum de vejez. Así que se pusieron manos a la obra y con tiempo y dinero (del que disponían bastante por aquellos tiempos) lograron dar a la casa una aire renovado, moderno y acogedor. Tiraron el tabique que comunicaba cocina y salón, pintaron de blanco las paredes después de arrancar gustosamente el viejo gotelé, compraron muebles nuevos para toda la casa, renovaron el baño,.... En fin, no se privaron de nada y el resultado fue espectacular. "Lo que el dinero no consiga...", pensó volviendo a la realidad.

Antes de sentarse a desayunar encendió el televisor como cada día de los últimos dos años a esa hora para ver las noticias del día en el Canal 24 h. Crisis, corrupción, violencia de género, guerra,... Una maravilla para empezar el día con optimismo. Si Alicia estuviera aquí ya le habría obligado a quitarla, no le gustaba tener que aterrizar en la realidad tan temprano...

"¡Ay Alicia, cuánto te echo de menos!".

Después de tomar su desayuno se dirigió al dormitorio para vestirse. Al final llegaría tarde y la nueva lo iba a poner de vuelta y media... Ufff, con las pocas ganas que tenía de complicaciones, ¡y a su edad! A un paso de la jubilación y ahora esto...

Se vistió como cada día cuidando todos los detalles. Traje de chaqueta azul marino, camisa blanca, corbata azul con rayitas en celeste y cinturón de piel negro. Se puso sus zapatos de cordones negros que la noche anterior había dejado ya limpios y echó un último vistazo a la imagen que presentaba en el espejo de cuerpo que había en el recibidor del piso. " Bien, no está nada mal chaval". Cogió la llave del coche y el maletín y salió cerrando la puerta suavemente. No eran horas de ruidos, aunque los vecinos ya estarían también preparándose para ir a llevar a los niños al colegio y después a currar en el centro comercial que habían abierto en las afueras.

Dudó entre bajar en ascensor los dos pisos que lo separaban de la calle o bajar andando... Un poco de ejercicio no le iba a venir mal, total, dos pisos de nada... Bajó un escalón, bajó dos, tres, cuatro,...
                                                    
***

Bueno, no había sido tan difícil después de todo. Treinta y dos escalones y ya estaba en la calle. No había sudado, seguía oliendo al gel de aceite de Argán que había comprado hacía pocos días y se sentía con renovadas fuerzas. Uhmmm, igual terminaría por ir a un gimnasio, aunque la imagen que se dibujó en su mente le hizo contener una carcajada que indicaba que probablemente eso nunca pasaría.

Se dirigió al parking donde guardaba su coche, un bonito C5 azulado, capricho de Alicia hacía unos años; luego dejó de gustarle... Aunque no era de extrañar... De repente las calles de todas las ciudades de España se habían visto invadidas por el bonito coche hasta el punto de dejar de serlo.

Abrió la puerta trasera para dejar el maletín y la chaqueta y subió. Arrancó y se dirigió a la salida con cuidado de no rayarlo; no le gustaba tanto, pero no era cuestión de estropearlo.

Pasó el día trabajando casi sin parar como era su costumbre; había días que ni se acordaba de comer y sólo el esmero que ponía su secretaria en cuidar de su salud impedía que cayera enfermo.

Todos se habían portado muy bien con él desde que Alicia se marchó, la verdad, no podía tener queja. Además de estar muy bien considerado entre la cúpula directiva de su empresa, era un hombre afortunado en cuanto a relaciones sociales. Caía bien, generalmente, y eso le hacía tener un amplio círculo de amistades al que acudir cuando era necesario. Lástima que últimamente no tuviera muchas ganas de divertirse fuera de la oficina; un día de estos tendría que organizar algo para agradecerles a todos su apoyo, quizá el mes próximo. Se acercaba la primavera y, con ella, las tardes más largas, el buen tiempo y las vacaciones. Sí, organizaría algo.

Llegó a casa a eso de las 9. "Un día más", pensó con tristeza. Entró, encendió la lamparita que había sobre el mueble de la entrada, dejó las llaves, y...

De repente se dio cuenta de que en el vestíbulo de la casa había un elemento nuevo, una maleta que él no había dejado allí. El último viaje de negocios lo había tenido hacía un par de semanas y había guardado la maleta en el trastero a la vuelta. Se acercó despacio, intentando ahuyentar el ahogo que le subía por la garganta y que amenazaba con hacerse dueño de él; conocía ese color, esa forma, sabía dónde había sido comprada, el día, la hora,... Era imposible, Alicia no podía estar allí y menos sin avisar. Esa ya no era su casa, no desde que... Sacudió la cabeza con ira intentando hacer desaparecer ese recuerdo desesperante que le había desgarrado el alma hacía dos años; las lágrimas se le agolparon en los ojos y apretó los puños son fuerza temiendo que, si los abría, toda su rabia saldría despedida arrasando todo a su paso. Intentó controlar su respiración y serenarse; si la maleta estaba allí, lo normal es que Alicia no estuviera muy lejos, quizá sentada en su antiguo sillón,  esperándole...

Respiró hondo y atravesó la puerta doble que separaba el recibidor del resto de la casa. Y la vio...

Estaba de pie junto a la ventana del salón mirándolo, muy seria, sin decir nada, como esperando la oleada de reproches que él luchaba por contener, esperando sus gritos, esperando su mirada de odio por haberle abandonado, esperando... Simplemente así, esperando...

Él la miraba sin creerse aún que estuviera allí; se la había imaginado así tantas veces a los largo de esos dos años, que no lo podía creer. Estaba allí, estaba allí,... No sabía qué decirle. No sabía qué esperaba ella que le dijera. Había intentado odiarla con todo su ser por haberse marchado como lo hizo, y ahora, al verla, se dio cuenta de que jamás lo había conseguido. Seguía amándola como el primer día, ciega y locamente, incondicionalmente,... Pero claro, no iba a decírselo. Al menos no aún, no hasta que ella le explicara el motivo de su vuelta; no hasta que ella le dijera una y mil veces lo que él tanto ansiaba escuchar. Habían pasado dos largos años sin saber de ella y se merecía una explicación.

-Alicia.
-Pablo.
-No esperaba verte por aquí nunca más.
-No hubiera venido de no ser necesario, al menos no sin avisar. Esta sigue siendo mi casa.
-Esta dejó de ser tu casa el día que hiciste la maleta y te marchaste sin decir adiós.
-Imagino que habrás pensado que eso fue por un buen motivo.
-No pienso nada. No he podido pensar nada porque no he tenido nada en qué pensar. Un día llegué a casa y no estabas. Punto. Mejor no pensar; te sorprendería la respuesta. Aunque bueno, quizá no. Me conoces muy bien Alicia.
-Sí, te conozco muy bien, por eso he vuelto. Necesito darte una explicación, te mereces esa explicación, y sé que me dejarás dártela a pesar de todo.

Pablo se acercó al mueble bar que había en el salón. Lo abrió y se sirvió un whisky solo. Casi sin mirarla se sentó en el sillón que tenía más cerca y que más alejado quedaba de ella. No estaba seguro de querer acercarse demasiado... La dejaría hablar y luego... Bueno, luego ya veríamos qué pasaba.

***

El 19 de febrero de hacía dos años, Pablo se levantó como cada mañana, puso la cafetera, se duchó y, envuelto en su batín, se dirigió a la cocina a desayunar en compañía de Alicia. Era un ritual que mantenían desde hacía tiempo, a pesar de que ella ya no tenía que levantarse para ir a trabajar. Hacía un año que había conseguido dejar su trabajo de toda la vida para dedicarse a escribir, su gran pasión, sin tener que lamentar demasiadas pérdidas económicas.

Alicia le esperaba sentada con su sonrisa de "buenos días", como siempre. Le preguntó, como cada día, si había dormido bien y qué planes tenía. Nada en su actitud le dio una pista para lo que encontraría, o no encontraría, al llegar a casa esa noche.

Nada. No había nada de ella cuando llegó a casa. Solamente había dejado la foto que adornaba una de las estanterías del salón en la que se les veía a los dos sonrientes y felices a orillas del Mediterráneo, en una de sus playas favoritas, durante las vacaciones del verano anterior.

Irracionalmente y llevado de la mano de la locura que le embargaba, pensó que la habían secuestrado. Llamó a la policía y le tomaron declaración. Le hicieron toda clase de preguntas y lo marearon hasta la saciedad; normal, en estos tiempos que corren no sería el primero que se deshacía de su pareja y se iba de rositas. Pero él sabía, al igual que se lo habían dado a entender, tanto los policías como todos sus amigos y conocidos, que Alicia se había marchado por su propio pie.

Durante al menos un mes estuvo en casa día y noche por si ella llamaba, por si llegaba una carta, por si volvía... Pasado ese tiempo, cuando Pablo comprendió que ella no iba a volver hasta que quisiera, se levantó, se duchó y salió a un nuevo mundo en el que estaba solo: el mundo sin Alicia. Hasta hoy...

***
Alicia se sentó en el sillón que quedaba justo enfrente de Pablo; sus miradas se cruzaron durante un interminable minuto en el que sólo se oían sus respiraciones agitadas, ansiosos, él de escuchar, ella de explicarse.

-¿Alguna vez, durante esa época, me preguntaste cómo estaba? ¿Cómo había pasado el día? ¿Cómo había dormido? ¿Te molestaste algún día en saber si me dolía la cabeza, si había comido, si me sentía satisfecha con mi nueva vida? ¿Cuántas veces, al llegar a casa, te molestaste en venir a darme un abrazo y comprobar que estaba bien? ¿Algún día me preguntaste si me apetecía salir a pasear, a tomar algo? ¿Sabes cómo es vivir día tras día esperando un gesto de amor, de ternura, de comprensión?
Cada nuevo día me levantaba a desayunar contigo con la esperanza de que ése sería el día en el que, al volver a casa, me abrazarías y me besarías con la ternura de antaño y me harías sentir importante. Cada día soñaba con que volverías a verme al mirarme y, sentados en nuestra sala, abriríamos una botella de vino mientras tú me preguntabas por mi día y yo por el tuyo.
Durante meses estuve esperando, meses inútiles que no sirvieron más que para afianzarme en la idea de que tenía que terminar con esto de una vez por todas. Pero cada vez que iba a decirte adiós, te miraba y me paralizaba el miedo... Miedo a vivir sin ti, miedo a levantarme cada día sin ver tu cara; miedo a ser una en lugar de dos; miedo a no saber caminar sola...
Hasta ese día... Una noche llegaste a casa tarde, muy tarde. Fue un par de noches antes de irme. Yo estaba preocupada; no me habías llamado en todo el día y no sabía nada de ti. Te esperé sentada aquí mismo, en este sillón, mirando hacia la puerta, esperando ansiosa, cuando oí el ruido de las llaves al abrir la puerta. Me levanté y fui a tu encuentro. "¿Sigues levantada?", me dijiste. "Estaba preocupada, es muy tarde. ¿Va todo bien?", "¿Preocupada por qué? Siempre estás igual. ¿No tienes nada más que hacer? Anda, vete a la cama, estarás cansada", me soltaste irritado.
Y ese día, en ese preciso momento, lo supe. Iba a marcharme, pero iba a hacerlo sin decirte adiós. Iba a hacer que cada uno de los días del resto de tu vida fueran un infierno; necesitaba saber que tu vida iba a convertirse en un calvario. Tendrías que vivir cada día preguntándote cómo estaría, dónde estaría, con quién estaría... Iba a devolverte cada uno de los desplantes que me hiciste durante ese tiempo; haría que revivieras cada momento de nuestra vida juntos preguntándote en qué momento algo había ido mal y se te había pasado por alto. Cuando miraras a tu alrededor no habría nada de mí, solo un recuerdo de una felicidad remota que una vez compartimos.
Me fui a los dos días, con todo resuelto, tranquilamente, con la certeza de que estaba haciendo lo correcto, pero con el pesar de saber el dolor que ibas a sentir cuando por fin despertaras de tu letargo de monotonía que te había mantenido ciego durante mucho tiempo. Por que si hay algo que sé de ti, es que, a pesar de todo, me has amado como nunca amaste a nadie, sólo lo olvidaste durante un tiempo.
Y ahora estoy aquí para explicarte que me fui para poder ser feliz; necesitaba irme lejos de ti para sentirme viva, porque a tu lado ya no era nada.

Una lágrima surcaba la mejilla de Alicia cuando terminó de hablar. El silencio invadió la sala y ambos sintieron cómo el peso de la culpa que habían sentido todo ese tiempo se desvanecía liberándolos para siempre del profundo dolor que se había instalado en su corazón.

Pablo se levantó, despacio, sin decir nada, sin apartar su mirada de la de ella. Dejó el vaso sobre la mesa que tenía a su izquierda y se acercó despacio. Alicia lloraba, por fin, dejando salir esos sentimientos reprimidos con los que había convivido los últimos años. Él se arrodilló a su lado, le cogió las mano, las besó... Ella lo miró. Y con esa mirada se lo dijo todo. Había vuelto para quedarse con su permiso, si él quería. Y ya sabía que sí, lo había leído en la profundidad verde de los ojos de Pablo. 

Bss. 

03/06/15

Éxito vs. Fracaso.

Esta semana hemos vivido en casa una situación que se da en muchos sitios y con mucha frecuencia, que me ha llevado a pensar en cómo se afronta un fracaso tras un éxito.

Encontramos en el Diccionario de la RAE la siguiente definición de ambas palabras:

éxito.

(Del lat. exĭtus, salida)

1. m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.
2. m. Buena aceptación que tiene alguien o algo.
3. m. p. us. Fin o terminación de un negocio o asunto.

fracaso.

(De fracasar).

1. m. Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.
2. m. Suceso lastimoso, inopinado y funesto.
3. m. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento.
4. m. Med. Disfunción brusca de un órgano.
(Fuente: Real Academia Española © Todos los derechos reservados)

Empecemos por el fracaso. La versión que más se acerca a los fracasos que nos suceden en la vida cotidiana es la segunda, el "suceso lastimoso, inopinado y funesto" que, a menudo, nos vemos obligados a afrontar con la mejor cara posible, no vaya a ser que los demás se den cuenta de que estamos angustiados por el mal resultado de alguna empresa que teníamos entre manos. Porque claro, que los demás sepan de nuestros fracasos no nos gusta nada. Es como quedarnos desnudos ante la mirada hiriente y jocosa de nuestros vecinos, de los mal llamados amigos, compañeros,... Por tanto, el fracaso se tapa como se puede, o como se sabe.

El éxito es otra cosa. La propia palabra, al ser pronunciada, ya nos indica alegría, fuerza, emoción,... De ahí su significado: "resultado FELIZ de un negocio, actuación,...". Éste sí que es un motivo para gritar al mundo con entusiasmo, que todo el mundo se entere de que he triunfado, de que he tenido éxito. Se lo decimos a los amigos (a los de verdad y a los otros), a la familia, al vecino que se reía de nosotros cuando fracasábamos, a los colegas del trabajo para que, a ser posible, les dé algo de envidia... Nos encanta airear el éxito. ¡Qué distinto es triunfar y tener éxito del fracaso!

Coincidiréis conmigo en que en muchas ocasiones es tal y como lo describo: por muy buenas personas que seamos, los humanos somos orgullosos. Así es aunque no queramos verlo.

Lo malo y complicado de todo esto es saber afrontar tanto una cosa como la otra. Porque no es más difícil saber afrontar el fracaso; no, no, no. Lo más difícil es saber llevar el éxito con orgullo, pero también con humildad. El que fracasa debe sólo aceptarlo para poder seguir adelante y solucionarlo con valentía y coraje; el que triunfa tiene que ser también un valiente para no dejar que su éxito perjudique u ofenda a nadie y debe saber compartir ese éxito con modestia y naturalidad.

Os deseo el mayor de los éxitos. El fracaso suele venir solo.

Bss.

01/06/15

Tiempo para todo.

Desde hace años me da la impresión de que debo haber sido una madre horrible. Sí, no me cabe duda, mala malísima.

¿Nunca os ha pasado que al hablar con otros padres ellos siempre dicen haber hecho algo que deja su listón de padres muy por encima del tuyo? Pues a mí sí. Y lo peor del caso es que me sigue pasando. Hace ya 15 años que soy madre; considero que ni mejor ni peor que otros, pero sigo teniendo la impresión de que o, he sido una idiota con respecto a la maternidad / trabajo y no he sabido compaginar ambas cosas como lo hacen ahora muchos padres, o definitivamente he sido una mala madre.

Pero claro, luego también me pregunto: ¿qué es más importante, la cantidad o la calidad? ¿Soy peor madre por pasar más horas del día trabajando que con mis hijos? Si la finalidad de mi esfuerzo diario en el trabajo es poder darles a mis hijos un futuro mejor, ¿tengo perdón o estoy definitivamente condenada a las llamas del infierno de malos padres?

Pues mirad, para mí es muy importante tanto la calidad como la cantidad, pero también es importante, por ejemplo, realizarme como mujer fuera de mi rol de madre; es importante también tener cantidad y calidad de vida en pareja, pasar tiempo a solas con mi marido es fundamental para mí. Creo sinceramente que cuando no hay vida más allá de los pañales hay algo que no funciona. Porque está claro que nuestros hijos son fundamentales, para muchos de hecho son lo primero en la escala, pero ¿dónde quedan la intimidad, los amigos, esos momentos de acurrucamiento en el sofá sin que haya nadie alrededor queriendo llamar nuestra atención, esa copa de vino después de un duro día acompañada de una conversación de adultos o esa cena romántica en tu aniversario? Entiendo que hay un momento para todo.... Claro... Yo sí entiendo que hay un momento para todo y además, lo practico.

Repito, hay tiempo para todo, sólo hay que buscarlo.

Bss.

Las Tres M (Mejor-Madre-Mundo).

Una declaración de amor se puede hacer de muchas maneras y a muchas de las personas que rodean nuestra vida.

Nunca pensamos, o muy pocas veces, que el Mundo no existiría si no fuese por esa Primera Madre de la historia, que tuvo hijos e hijas; y esas hijas tuvieron otros hijos e hijas que a su vez tuvieron otros tantos y así hasta ahora. Hasta este día, hasta el Día de la Madre, bonito día.

Hoy, toca homenajear a nuestras Madres, cada uno a la nuestra.

Hoy, toca desnudar nuestro corazón y expresar lo que sentimos por ellas.

Algunas sacrificaron su vida por ser madres, dejaron de lado trabajos, carreras prometedoras, futuros espléndidos, posibles reconocimientos sociales,... sólo por sus hijos.

Otras tenían claro desde niñas que su vida iba a ser su familia al cien por cien.

Otras compaginaron ambas facetas haciendo malabares cada día con los horarios y las fuerzas.

Y todas ellas tienen en común que darían su vida por sus hijos e hijas, para que estos puedan vivir una larga vida y tener hijos e hijas y continuar con el legado que nos dejó la Primera Madre.

Me permitiréis que en este homenaje a las Madres haga una pequeña declaración de amor a la mía, la mejor que nunca hubiera podido tener, la que me hizo como soy, la que me ayudó a crecer, a madurar, la que me enseñó a ser lo que soy, la que me apoya cada día, me anima, me cuida y me quiere. La que se merece un altar al lado del Santo Job por su paciencia infinita, por no tirar la toalla cuando las cosas se ponen difíciles, por saber hacer un buen mutis cuando me ve con cara de pocos amigos y volver al rato para comprobar que se me ha pasado. Por poder contar con ella siempre, a cualquier hora, en cualquier lugar, por siempre jamás. Por ser, en definitiva, la Mejor Madre del Mundo.

Feliz día, Mamás del Mundo. Sin vosotras, el Mundo no sería Mundo.

Bss.

El libro de los lunes.5: Agatha Christie.

Agatha Christie.png




Hoy me toca escribir sobre mi autora favorita. Siento que no sea española, qué le vamos a hacer...

Todos hemos oído hablar de ella, Agatha Christie, autora de novelas de misterio, la dama que convirtió la novela policíaca en un indispensable de cualquier biblioteca.

Conozcámosla un poco mejor.

Agatha Mary Clarissa Miller nació en Torquay (Inglaterra) en 1890 en una familia de clase media alta; recibió una educación privada hasta su adolescencia y estudió en diversos institutos de París. Mientras trabajaba como enfermera durante la Primera Guerra Mundial, publicó su primera novela, El misterioso caso de Styles (1920), donde introdujo por primera vez el personaje del detective Hércules Poirot, al que siguieron los otros grandes protagonistas de sus obras: la señorita Marple y el matrimonio de sabuesos Tommy y Tuppence Beresford, quizá menos conocidos que los primeros, pero no por ello menos inteligentes y sagaces.

Además de 66 novelas policíacas, escribió seis novelas de género rosa bajo el seudónimo de Mary Wesmacott, y 14 relatos cortos, así como las obras de teatro La Ratonera y Testigo de cargo, con las que tuvo gran éxito.

En 1914 contrajo matrimonio con Archibald Christie, de quien se divorció en 1928. Sumida en una larga depresión, en 1929 desapareció misteriosamente después de que su coche apareciera abandonado junto a una carretera. Once días más tarde fue hallada con un cuadro de amnesia en un hotel bajo el nombre de una de las amantes de su ex marido.

En 1930 se casó con el arqueólogo Max Mallowan, a quien acompañó en todos sus viajes a Irak y Siria, donde pasó largas temporadas. Sus estancias en estos países inspiraron varias de sus novelas como Asesinato en Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936) y Cita con la muerte (1938).

Muchas de sus obras fueron adaptadas al teatro y al cine con gran éxito. Fue designada Comendadora de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II en 1971.

El Libro Guinness de los Récords calificó a Christie como la novelista más vendida de todos los tiempos, por lo que es reconocida mundialmente y resulta solo comparable con William Shakespeare y la Biblia. Según el Index Translationum, Christie es la autora individual más traducida con ediciones en, al menos, 103 idiomas. En 2013, su obra El asesinato de Roger Ackroyd fue votada como la mejor novela de crimen de todos los tiempos por la Asociación de Escritores de Crimen.

De las 66 novelas de misterio os recomiendo las 66... No me atrevo a hacer una criba. Aunque si vais a empezar ahora con ellas, estaría bien empezar por el principio, El misterioso caso de Styles, donde conocemos a Poirot y a otro asiduo de sus novelas, el capitán Hastings, fiel amigo del belga que le acompañará en multitud de casos y le salvará más de una vez. Tan fiel es, que hasta en la novela que pone punto final a este gran y carismático detective, que según las malas lenguas, alcanzó más fama que su creadora, le acompaña y ayuda a bajar el Telón.

Espero que disfrutéis.

Bss.

Una luna, una playa, ...

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Si cerraba los ojos, aún podía verlo, sentirlo, … Una luna, una playa, unos brazos que la abrazaban, una boca que la besaba, u...

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